domingo

Pensamiento y relación

“Para aprender acerca de uno mismo, tiene que haber libertad para mirar, y esta libertad para mirar es negada cuando miramos a través del conocimiento del ayer”. Krishnamurti.


El uso en el lenguaje cotidiano de términos como realidad virtual e imágenes mentales nos ayudan a establecer una asociación con el pensamiento y a distinguir que en el hombre, el proceso de pensar va unido también a imaginar. Una capacidad y rasgo evolutivo que le permite ver, anticiparse, modificar, y construir en su cerebro la realidad que quiere.

Nos aporta una comprensión del papel que tienen nuestros pensamientos. Aunque tengamos uno sólo, por ejemplo al momento de despertar: “¡No quiero levantarme!”; producirá en milisegundos toda una cadena de respuestas en el cerebro. “De inmediato se liberarán sustancias químicas, efectos musculares, cardiovasculares y respiratorios, hormonales, inmunológicos, emocionales y de comportamiento”. -Afirmación de Anna Forés y Marta Ligioiz en el libro aprendiendo la neurodidáctica-.

Los efectos durarán un rato y serán aún más prolongados en la medida que se sumen otros pensamientos en la misma línea, y que apunten a corroborar el primero. Esto se traduce en que la persona se sentirá cada vez peor. Puede que no consiga levantarse, y si lo hace, es probable que ese estado coloree negativamente parte de sus experiencias del día. Algo que se convierte en una constante si cada día conecta con un pensamiento similar al abrir los ojos.

De manera que un hábito es un pensamiento automatizado, del que ya no tiene consciencia cuando se produce, pero ocurre cada día al levantarse, desencadenando una cadena de respuestas en el cerebro que actúan ahora como un poderoso anestésico neuronal hasta generar el convencimiento paulatino de que ese estado es imposible de superar.

Algo parecido sucede con las rutinas, y con las creencias, aunque estas últimas al estar unidas a recuerdos emocionales que podemos revivir en determinadas situaciones, suelen funcionar como pensamientos filtro que matizan o distorsionan lo que percibo. Así que sus efectos no sólo producen malestar sino que disparan las respuestas del cerebro provocándonos lo que se conoce como un desbordamiento emocional.

Nuestros recuerdos son imágenes mentales, lo mismo que aquello que llamamos nuestros pensamientos, nuestros hábitos, rutinas y creencias. Todo ello habla de nosotros más no de nuestra esencia.


“El pensamiento, que da origen al tiempo como el ayer, el hoy y el mañana, engendra temor. El pensamiento crea el intervalo entre ahora y lo que podría ocurrir en el futuro. El pensamiento perpetúa el temor a través del tiempo psicológico; el pensamiento es el origen del temor y es la fuente del sufrimiento”. Krishnamurti.


El pensar es una capacidad cerebral que genera una intensa actividad de millones de neuronas. Se ha llegado a calcular que nuestra cabeza elabora más de 60.000 pensamientos diarios de las cosas que nos ocurren y de lo que sentimos en las situaciones.

En este proceso se pueden distinguir varios tipos de pensamiento que una vez elaborados son una elección de un modo concreto de ver las cosas, que nos hará sentirlas de una manera y que nos llevará a acciones coherentes con esa elección.

Uno de ellos es el pensamiento vertical que se asocia a lo conocido, al conocimiento adquirido de algo o de alguien. Las experiencias ocurren en el momento presente, sin embargo son vistas desde ese bagaje personal que apunta a una dirección concreta, de manera que mis pensamientos profundizan una y otra vez en la dirección original sin que sea posible investigar en otra dirección, y mucho menos en alguna que se le oponga.

Un ejemplo es el que utiliza Edward de Bono, investigador del pensamiento:

“Había dejado mi apartamento a un amigo el fin de semana y, cuando volví, me encontré con que la lámpara de la mesilla de noche no funcionaba. Comprobé que estaba bien enchufada, cambié la bombilla, comprobé los fusibles e incluso llegué a desmontar el interruptor.

Sólo después de realizar todo este esfuerzo vertical me di cuenta de pronto de que mi amigo, desconociendo mis costumbres, había desenchufado la lámpara del enchufe de la pared en lugar de usar el de la base de la lámpara como siempre hago yo.

Como yo centraba mi atención en la lámpara y como actuaba verticalmente desde esta perspectiva, convertí en un problema lo que en realidad era una situación muy sencilla. Si hubiera cambiado mi atención de la lámpara a otros factores, como por ejemplo mi amigo, no habría habido ningún problema”.

Edward de Bono introduce en sus conclusiones -de su experiencia con la lámpara- otro tipo de pensamiento que ha investigado en sus libros. Se trata del pensamiento lateral. El acceso a este tipo de pensamiento nos permite incorporar nueva información a las experiencias diarias, además de enfocarlas en una perspectiva diferente.

De Bono señala que el uso del pensamiento lateral es muy útil aunque sólo actúe como un catalizador que permita desencadenar un nuevo hilo de pensamientos o interacciones novedosas para una misma situación.

Tener una idea predominante sobre las cosas sin que sea posible abrirnos a nueva información es lo que hace que queden fijas en nuestro cerebro imágenes mentales acerca de las personas, de lo que es bueno, de lo que tendría que ser. Y es una comprensión que nos puede ayudar a explicarnos el proceso de intolerancia en una relación de pareja.


“¿Por qué toda experiencia que hemos tenido deja un recuerdo, consciente o inconsciente?; esto es lo que impide la inocencia. No podemos evitar las experiencias. Si usted elude o resiste la experiencia, construye un muro alrededor de sí mismo, se aísla; es lo que hace la mayoría de la gente. Uno debe comprender la estructura y naturaleza de la experiencia”. Krishnamurti


En el libro Usted es el mundo que recoge charlas y encuentros con Krishnamurti, en el inicio habla de las imágenes que nos forjamos de las personas. Es algo que hacemos a partir de todos los sucesos que han ido dándose a lo largo de días, semanas y hasta años, que han estado unidos al placer, la alegría, el sufrimiento, y cientos de emociones que hemos experimentado.

De forma que al mirar a una persona es prácticamente imposible que lo hagamos sin tener una evaluación sobre ella porque le miramos desde imágenes mentales fijadas en nuestro cerebro.

“Cuando miro a mi mujer o a mi vecino –el vecino puede estar a mil o diez mil kilómetros de distancia-, yo los miro a ella o a él con las imágenes que he fabricado y a través de las imágenes que la propaganda ha fabricado. ¿Tengo, entonces, relación alguna? ¿Hay alguna relación entre el marido y la esposa cuando ambos tienen sus respectivas imágenes?

Son las imágenes las que establecen la relación –los recuerdos de las experiencias, las riñas, las intimidaciones, la dominación del uno sobre el otro, el placer, esto y aquello-, imágenes que se ha ido acumulando durante años.

Es a través de estos recuerdos, de estas imágenes, como miro y digo: Conozco a mi esposa, o ella dice que me conoce. Pero ¿es así? Yo conozco sólo las imágenes; una cosa viva no puedo conocerla; lo que conozco son imágenes muertas”.

Puede que ahora sea más fácil comprender qué es lo que nos pasa cuando queriendo resolver un conflicto, nos atascamos sin posibilidad de encontrar una solución, aunque creamos abordarle de forma diferente.

Nuestro pensamiento vertical, que sigue apuntando a ver las cosas, o a nuestra pareja en una dirección nos impide generar un nuevo hilo de pensamiento que quizás nos permita tener en cuenta cómo es la persona con la que vivimos o nos relacionamos. No conseguimos lateralizar la experiencia.

La mayor imposibilidad de las imágenes mentales fijas que tenemos con respecto a un ser vivo, como lo es nuestra pareja, o un amigo, es que nos convencemos mutuamente de permanecer detenidos, retroalimentando juntos esquemas y recuerdos del pasado, casi siempre de origen familiar, y que irremisiblemente nos abocan a una falta de confianza en nosotros mismos y a la convicción de que el otro no nos vale.

Las personas nos reinventamos a cada instante, sólo es cuestión de darnos cuenta. El pensar nos facilita encontrar cada día nuevas maneras de ver las cosas, sin que nos agarremos a ellas, en vez de acostumbrarnos a que nuestra manera de pensar reduzca la visión de los que percibimos del mundo y de nosotros mismos.

Un pensamiento lateral aplicado a la relación convierte a nuestra pareja en una persona con la capacidad de sorprendernos cada día y de cautivarnos a cada instante porque sabemos que el conocerle es algo permanente e inagotable. Sólo depende de la mirada y del tipo de pensamiento con el que decidamos hacerlo. Buena semana.


1

¡¡ Que importante es vencer creencias del pasado en la vida !!

Resulta interesantísimo el enfocar los hábitos, rutinas y creencias desde el punto de vista de ser pensamientos automatizados, dado que, desde ese prisma, son mucho más "modificables" y desde luego ,pierden el carácter de verdades ABSOLUTAS.

A partir de aqui, las posibilidades que se abren son infinitas y, tanto mayores, cuanta mayor capacidad de pensamiento lateral se es capaz de desarrollar para reformular y analizar situaciones.

No obstante, considero que este pensamiento lateral es necesario subordinarlo a un pensamiento vertical ( digamos primario) que marque la línea que el individuo quiere seguir.

¿ Cual es vuestra opinión?



2

Jiddu Krishnamurti y las Organizaciones.

"Quizás recuerden ustedes la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban paseando por la calle cuando vieron delante de ellos a un hombre que levantaba algo del suelo y, después de mirarlo, se lo guardaba en el bolsillo. El amigo preguntó al diablo:

"¿Qué recogió ese hombre?" "Recogió un trozo de la Verdad", contestó el diablo. "Ese es muy mal negocio para ti, entonces", dijo su amigo. "Oh, no, en absoluto", replicó el diablo, "voy a dejar que la organice".

Yo sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta. Ese es mi punto de vista y me adhiero a él absoluta e incondicionalmente. La Verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable por ningún camino, no puede ser organizada; ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente a lo largo de algún sendero en particular. Si desde el principio entienden eso, entonces verán cuan imposible es organizar una creencia. Una creencia es un asunto puramente individual, y no pueden ni deben organizarla. Si lo hacen, se torna en algo muerto, cristalizado; se convierte en un credo, una secta, una religión que ha de imponerse a los demás. Esto es lo que todo el mundo trata de hacer. La Verdad se empequeñece y se transforma en un juguete para los débiles, para los que están sólo momentáneamente descontentos. La Verdad no puede rebajarse, es más bien el individuo quien debe hacer el esfuerzo de elevarse hacia ella.

Ustedes no pueden traer la cumbre de la montaña al valle. Si quieren llegar a la cima de la montaña, tienen que atravesar el valle y trepar por las cuestas sin temor a los peligrosos precipicios. Tienen que ascender hacia la Verdad, esta no puede "descender" ni organizarse para ustedes. El interés en las ideas es sostenido principalmente por las organizaciones, pero las organizaciones sólo despiertan el interés desde afuera.


Fragmento del discurso de disolución de la La Orden de la Estrella de Oriente. (2 de Agosto de 1929)
http://seaunaluzparaustedmismo.blogspot.com/


3

Estoy de acuerdo en que es importante PARAR y pensar de un modo distinto cuando vemos que algo de lo que era habitual no ha servido.
Estoy de acuerdo en el poder de las "imagenes" mentales", de nuestra simplificacion de que las cosas "son" de un modo. De que lo que es , ES. De que nos olvidamos que cambia, y que el cambio es parte de la realidad. Y que es importante pensar en "perpendicular", uniendo retazos vividos en una sola dimension.

Cruzar esa dimension nos lleva a dos dimensiones. Pero si nos quedamos ahi solo actuamos en contraposicion a lo anterior.

Creo que el tema real REAL, es cambiar la perspectiva, el "modo" en que pensamos. Es cambiar. Dile a una hormiga que use el camino perpendicular al que llevaba y se quedara en la superficie. Eso es "razon" y "logica". Nunca subira al arbol que le permite ver las cosas con perspectiva.

Yo creo que hay que cambiar el "lugar" desde donde miramos. Estar en nuestra esencia, SER lo que somos, admitirlo y aceptarlo. Y desde ahi, el panorama cambia. No es solo "racionalizacion".

Con todo lo bueno de lo que sugieres, es un paso, el primer paso quiza. Nunca la receta.

Lo que es ES, sea cual sea la logica. Pero COMO verlo es un tema importante. Sin etiquetas, restringiendo el poder de las palabras a su unico lugar. Atreviendonos a mirar sin saber ponerle nombre todavia porque es NUEVO para nosotros.

Gracias por la idea. Creo que es mucho mas poderosa de lo que parece. Y va mucho mas alla.



http://www.gracielalarge.com/2010/02/pensamiento-y-relacion.html

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