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Pensamiento lateral

Dicen que la contemplación de la realidad desde otro prisma es una fuente de creatividad y de soluciones innovadoras. Los norteamericanos cultivan especialmente esta forma de pensamiento y afirman su utilidad por aportar soluciones no convencionales a los problemas.
En nuestro país tenemos una gran tradición de pensamiento lateral pero lo utilizamos para el humor o para dar un toque surrealista a nuestras relaciones sociales. Sin embargo la realidad nos ofrece un vasto territorio donde aplicar estas formas inversas de pensamiento y extraer conclusiones novedosas.
Por ejemplo, con el razonamiento tradicional, la medida de que los futbolistas extranjeros dejen de tributar como mileuristas sólo nos lleva a conclusiones morales. Sin embargo, si aplicamos el pensamiento lateral, nos daremos cuenta de que estamos a punto de acabar con uno de los paraísos fiscales más hermosos, legales y populares de toda Europa. La medida del gobierno pone fin también a una donación generosa que el pueblo español tributa a los héroes del balón, en un ejercicio supremo de solidaridad inversa: la de los más pobres con los millonarios.
Algo parecido sucede con las SICAV -esas sociedades con nombre de feria del caballo- que suponen un oasis fiscal en el mismo corazón de la hacienda pública, y cuyos selectos miembros tributan al tipo simbólico del uno por ciento. Su simple existencia es un acicate para los trabajadores que podrían también asociarse y tributar en masa a este tipo supereducido en vez de resignarse a cotizar por los tipos ordinarios.
La patronal, por su parte, ha hecho su contribución al pensamiento lateral con el término flexiseguridad, que ha sido desdeñosamente recibido por los sindicatos y por la izquierda. Es verdad que solo se refieren a poder contratar o despedir a la carta a los trabajadores, pero piensen las enormes posibilidades de este hallazgo lingüístico. Podríamos acuñar flexitrabajo, o sea ir a trabajar cuando uno quiera; flexicrédito, que nos permitiría pagar cuando nos viniese bien; flexipermisos, flexisubvenciones…e incluso nuestra vida afectiva podría beneficiarse del flexi-amor y de los flexi-sentimientos.
La Iglesia es otra fuente inagotable de pensamiento lateral. Solo así se pueden entender las declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal ante la sentencia de Estrasburgo sobre los crucifijos en las aulas y comprender la creatividad de su enunciado. Afirman que “donde no hay crucifijos no hay separación entre Iglesia y Estado”. ¡Qué torpes hemos sido al pensar lo contrario! La cruz es un símbolo que mantiene viva la idea del laicismo y de la aconfesionalidad del Estado. Si no hubiera crucifijos en las aulas, todo sería confusión y caos; no sabríamos si tenemos o no sentimientos religiosos, ni sabríamos distinguir un obispo de un gobernador civil. Afirman, además, que es “muy triste reducir la cruz al ámbito de lo privado”, junto con las creencias y los sentimientos, en vez de exhibirla como poder y emblema bajo palio.
La última perla de este pensamiento lateral la encontramos en los presupuestos de la Junta de Andalucía. El nuevo Estatuto de Autonomía, en cinco artículos distintos, obliga a la Comunidad Autónoma a luchar contra la pobreza y la exclusión social. En su artículo 23 establece, con carácter de mandato, la creación de una renta básica andaluza que garantice unas condiciones de vida dignas para todas las personas que viven en nuestra comunidad. Sin embargo, el gobierno andaluz renuncia a poner en marcha con carácter inmediato esta medida porque…¡ hay crisis económica y las demandas se multiplicarían! O sea que sólo es posible luchar contra la pobreza en situaciones de bonanza económica. ¡Qué inoportunos los andaluces, volverse más pobres en plena crisis!


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Extracto del artículo “Derechos Constitucionales” de la wikipedia: “En resumen, parece lo más acertado considerar como derechos constitucionales a todos los garantizados en la Constitución, salvo los llamados “principios rectores de la política social y económica”, que no establecen verdaderos derechos subjetivos, sino meros “principios rectores” que son exigibles en la medida en que la ley así lo establezca (por ejemplo, el “derecho” a una vivienda digna). Y de entre los derechos constitucionales, serán derechos fundamentales en sentido estricto los contenidos en los artículos 14 a 29 (concepto de “derechos fundamentales” del Tribunal Constitucional), a los que se añadirán, en un concepto ya más amplio de “derechos fundamentales”, también los derechos de los artículos 30 a 52 de la Constitución (concepto amplio de derechos fundamentales, defendido por la mayoría de la doctrina).”

… Aunque no hay que creerse todo lo que pone la wikipedia, lo cierto es que conozco a más de uno sin piso, así que lo daré por bueno.


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Dicen que toda invención es solo una inversión del sentido anterior. Mágnífico artículo , leyendolo me ha venido a la cabeza una pregunta¿Hay también “hechos laterales”?¿No es un “hecho lateral”, por ejemplo que el sistema de refrigeración del tren que cubre el trayecto entre Sevilla y Jaén deje de fucionar, renfe dixit, a partir de que se supere los 32 grados de temperatura? Es deci un sistema de refrigeracio , que la renta inserción andaluza, sólo funciona cuando no es necesario ( es decir que no funciona).Cosas…Un placre de todas formas leer artículos como este tan poco laterales. La imagiación creativa de la que nace la literatura, la política, la ciencia o la filosofía mas que lateral elíptica


http://www.paralelo36.com/pensamiento-lateral/

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